Sueño cumplido, como el pone en el título. No se me ocurre otro modo de expresar mejor lo que representó esta experiencia, pero supongo que explayandome un poco más se hará más interesante de leer y quizá logre transmitir un poco de la ilusión y emoción que esto provoca.
Para poner en contexto, estoy hablando del Distant Worlds de Buenos Aires, el pasado 20 de Junio. Fue una suerte que eligiesen Buenos Aires para la primera vez que el espectáculo llega a Sudamerica, porque no esperaba poder ver algo así jamás. Tenía mi entrada comprada desde Abril cuando Aero me dio la noticia, y ya me costaba aguantarme la impaciencia.
Vivo a unos 60km de Buenos Aires y salí con unas horas de anticipación acompañado de mi hermana Mel (está en LCO pero ya no entra casi nunca), el concierto empezaba a las 21 hs. Llegamos una hora temprano, pero ya había mucha gente haciendo fila. El teatro tiene capacidad para unas 3200 personas y estaba completo. Esperar una hora en la calle no estuvo mal (si bien hacía frío, por aquí es invierno); la gente esperaba ansiosa, vimos algún mago negro, un par de Aeris y una maga blanca, se oían discusiones por ahí sobre si los últimos FF bajaron su calidad, que si FFVII debe o no ser remakeado, etc... Finalmente alrededor de las 20:30 abrieron las puertas y comenzamos a entrar.
Nada más entrar nos indicaron nuestros lugares y nos dieron el programa. Una rápida leída significó la gran desilusión de la noche: One Winged Angel no figuraba entre los temas. No importa, hay muchos otros que van a compenzarlo. Mientras la orquesta se acomodaba y los músicos afinaban sus instrumentos empezó a sonar el himno nacional. Inesperado, pero no extraño ya que el 20 de junio es el día de la bandera. Cuando terminó el himno alguien entró al escenario envuelto en una bandera argentina: Nobuo Uematsu! Una ovación de varios minutos sacudió el teatro, y cuando el público se calmó Arnie Roth entró y hubo que aplaudir fuerte de nuevo.
Roth dio la bienvenida en un sorpresivamente correcto castellano, aunque solo dijo "Buenas noches y bienvenidos". A partir de ahí siguió hablando en inglés y contó que estaba felíz de estar por primera vez en el país, que era la premiere de Distant Worlds en Sudamerica y que antes de empezar con el concierto quería tocar algo que no figuraba en el programa. Un sonoro Fanfare siguió a sus palabras, y la gente volvió a aplaudir y gritar de emoción. En este punto ya me dolían las manos de aplaudir.
Luego de esto si, empezó el concierto propiamente dicho. El Main Theme de la saga sonó precioso mientras la pantalla gigante mostraba un video compilado que iba desde FFI hasta FFXIV, seguido del Medley de FFI-III que aflojó las primeras lágrimas. Siguió Zanarkand, muy aplaudida y Dear Friends de FFV que volvió a emocionarme. Durante Dear Friends no hubo video, sino una sucesión de imágenes de Amano que debo confesar, no había visto nunca. Luego de esto Arni Roth presentó al primer invitado, un guitarrista que acompañó durante Vamo' Alla Flamenco, otro tema que me tocó profundamente. No recuerdo el nombre del guitarrista, pero lo hizo bestial y sonó perfecto. Luego fue el turno de Theme of Love de FFIV y Not Alone de FFIX, dos clásicos. El siguiente tema fue uno de los puntos fuertes de la noche en mi opinión: Don't be Afraid de FFVIII. La pantalla comenzó mostrando un gameplay durante la misión de Dollet, y al momento en que Squall y compañía entran a una batalla aleatoria, la orquesta comienza a sonar (con el "psssshhhhhh" del inicio de batalla incluído). Al terminar todo el mundo sentía una inyección de adrenalina (xD). Arni Roth volvio a tomar el microfono para explicar que la saga acaba de cumplir su 25º aniversario y por este motivo habían preparado un nuevo Medley: "Chocobo Medley 2012" que fue tan bueno como cabía esperar.
En este punto fue el intervalo de unos 15 minutos, donde todo el mundo intercambiaba impresiones y lágrimas con quienes tenía alrededor. Yo me sentía más felíz que nunca, y aún faltaba lo mejor.
Volvió Arnie Roth al escenario y sin previo aviso empezó a sonar el Opening de FFVII, Bombing Mission, otro de los temas que esperaba especialmente. Mientras todos aplaudian Nobuo Uematsu volvió al escenario. Arnie Roth explicó que siempre intenta convencer a Nobuo de que se una a la orquesta tocando en algún tema y que finalmente accedió con la condición de que él (Arnie Roth) lo acompañe con el violín, así fue que juntos tocaron Dark World de FFVI. Nobuo Uemasu se sentó al órgano/teclado/loquesea con un chocobo de peluche. Fue muy emocionante. Luego aclararon que la siguiente pieza no era de Uematsu, se trató de Blinded by Light de FFXIII. Y entonces llegó otro momento esperado: Aerith Theme. No importa haberlo oído un millón de veces. En vivo es otra cosa. Volvió a sentirse como aquella primerísima partida a FFVII en la que uno llega al gran momento (ya saben de cual hablo) sin saber lo que va a pasar. No esperaba revivir una sensación así y fue fuerte. Necesitaba un abrazo cuando terminó la canción, pero me fui reponiendo mientras la orquesta seguía adelante con Ronfaure (FFXI) y un nuevo Medley titulado "Battle & Victory Medley" que reunía Clash at the Big Bridge, Those who Fight, Dancing Mad y Battle with the Four Fiends. Debo decir que este medley me gustó muchísimo. Luego subieron un par de tenores y una soprano al escenario porque era el momento de la Opera Maria and Draco. Otra vez muchos aplausos de pie, fue increíble. Para cerrar, el épico Terra's Theme de FFVI, uno de mis favoritos de toda la saga. Parecía ser el cierre perfecto.
Pero luego de que la orquesta, Arnie Roth, Nobuo Uematsu y los cantantes y guitarristas que habían participado en algún tema saludaran todos juntos, la gente empezó a pedir más. Arnie Roth dijo que había un tema más, pero que al no haber coro el publico debía colaborar. "Solo deben saber una palabra" dijo. Y agregó: "Sephiroth". Y en medio de la histeria y locura general, aplauzos, gritos y delirio, empezó a sonar One Winged Angel, y la única desilusión estaba remediada. La pantalla se llenó de escenas de Advent Children mezcladas con Crisis Core y el FFVII original mientras pasaba las líneas que el coro debía cantar y que la multitud repitió a la perfección. No creo poder volver a sentirme así en un concierto. Cuando terminó, más aplauzos, Nobuo intentó saludar en español, ovaciones de pie y felicidad por todos lados.
Fue una de esas experiencias por las que uno junta expectativas inmensas durante varios meses y luego las expectativas se cumplen con creces. Es algo único e inolvidable. Arnie Roth prometió volver, asique quizás vuelva a verlo. Pero como sucede con Final Fantasy, la primera vez siempre se recuerda con más ilusión.
La historia de como cruzamos los barrios bajos de Buenos Aires de noche para volver a casa me la guardo para otra ocasión.