Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Aquí podrás plasmar cualquier cosa creada por ti: dibujos, relatos, audio, video, firmas, fondos de escritorio... Entra y muestra tu arte a los demás.

Moderator: castlevaniax

Post Reply
User avatar
Nube de oscuridad
Panacea Definitiva
Panacea Definitiva
Posts: 2446
Joined: 12 Nov 2012, 20:52
PSN ID: mocumonu
Twitter: @miguimorais
Skype: nubedeoscuridad
Location: El país de la lluvia eterna

Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Nube de oscuridad » 17 Nov 2012, 20:02

Siguiendo con mi historia anterior(), voy a ir narrando cosas nuevas según se me vayan ocurriendo. De momento esto va a ser como un "primer capitulo" de lo que tengo preparado. Como no tengo mucho tiempo para escribir (estudios), me gustaría que os centraseis en la historia, y no en lo como está escrito, porque dándole ahora un repaso me doy cuenta de que tengo cosas mal expresadas, poco desarrolladas, mal desarrolladas, o simplemente mal escritas xD

[center]Capitulo 1: El océano sin limites[/center]
[center]Parte 1: El agua[/center]


Yuna se despertó, sobresaltada. Había vuelto a soñar con el dios Leviatán. “Son solo sueños”, se dijo.
En el último, el dios parecía sufrir, su cántico era triste. Aquel sonido llegaba hasta el corazón de aquella chica rubia de ojos verdes.
“Pero si son solo sueños, ¿por qué me siento tan mal?”. Yuna tenía la sensación de que ella misma estaba sufriendo todo el dolor que transmitía Leviatán.
Se incorporó, tratando de pensar en otra cosa, y se dirigió a la cocina, donde estaba su madre, preparando algo en el fuego.


-Buenos días, cielo- dijo con una gran sonrisa- Y feliz cumpleaños.
Aquel día Yuna cumplía diecisiete años, aunque eso a ella no le importaba mucho. “Solo era un día más vieja”, pensaba.
Se sentó en una de las sillas, donde comenzó a comer el desayuno que había preparado su madre con tanto cariño.
-¿Ocurre algo, cielo?-preguntó la madre, preocupada. Hacía ya varios días que veía a su hija triste, y eso no era normal en ella.
-No es nada- respondió ella, con una sonrisa forzada.
-¿Otra vez esos sueños?
-Si...- se limitó a responder mientras se llevaba a la boca un buen mordisco.
Permanecieron en silencio un buen rato. La madre de aquella delgada cumpleañera sabía que presionarla no iba a servir de nada, así que dejo que fuese ella la que hablase cuando quisiera. Y así lo hizo: Cuando acabo de desayunar, Yuna comentó su sueño.
-Parecía tan triste.-negó con la cabeza- No, no era tristeza, era preocupación. Estaba sufriendo. El escenario era tan desolador. Estaba encadenado por cadenas blancas, que desprendían un aura luminosa, y a su alrededor una marea de oscuridad lo iba devorando todo. ¿Tú crees que me está intentando decir algo?
-Cielo- dijo la madre con tono suave- Solo son sueños, no tienes porque preocuparte.
-Eso mismo he intentado pensar yo- declaró contundentemente, pero sin perder la compostura- Pero no creo que se trate de algo tan sencillo como eso
-Son solo sueños- gritó su madre, levantándose de la silla- Ya me tienes harta con ese cuento, llevas días igual, niña.
Yuna se quedó boquiabierta. Jamás había visto a su madre así. La había visto aguantar cosas mucho peores, y nunca había perdido la figura de esa manera.
La miró a los ojos.
-¿No tienes nada que decir?- continuó vociferando.
Yuna negó con la cabeza mientras contenía las lágrimas.
Salió corriendo de la casa.

“¿Qué era eso?” Se preguntó. “Esa mirada”. Había visto algo oscuro en su madre, algo que parecía poderoso, que parecía malvado.
Se sentó en el suelo, y encogió sus piernas hasta que éstas chocaron con su tronco. Luego hundió la cabeza en ellas.





-Yuna...-escuchó a lo lejos.
Se incorporó rápidamente y miró a su alrededor, buscando a la persona de la que provenía aquella profunda voz.
Volvió a escuchar su nombre. Esta vez pudo oírlo mejor. No era una voz profunda, sino una especie de susurro, una voz lejana
-El agua...-dijo aquella voz- Ayúdame...
Sin saber muy bien porqué, Yuna corrió hacia el acantilado, apartando a toda la gente que se encontraba, cayéndose por el camino varias veces.
Seguía su camino sin detenerse, sin saber lo que hacía. Simplemente algo se lo decía. Finalmente, llegó al acantilado, y miró al mar. Abrió los ojos de par en par y se llevó las manos a la boca.
El agua ya no parecía agua. Parecía una gran nube negra que se expandía en el horizonte.
Se movía como el agua, fluía, pero Yuna tuvo la sensación de estar observando las nubes desde una montaña
La marea subía mientras el cielo se oscurecía.
-¿Era esto de lo que me querías advertir, Leviatán?



[center]Parte 2:Fénix[/center]
Zack continuó moviéndose entre la maleza, avanzado por aquella selva. Cada paso que daba aumentaba la temperatura. No sabía exactamente cuanto calor hacía, pero por como sudaba suponía que estaría a casi cuarenta grados. Hacía ya días que tenía un mal presentimiento, y también tenía la sensación constante de que algo, o alguien le llamaba.
Sin saber muy bien como, había acabado en la selva, avanzando a base de espada y hechizos. Había algo que le decía que tenía que ir en esa dirección, sin detenerse ni un segundo, sin descansar.
La temperatura seguía subiendo a medida que continuaba, y llegó un punto en el que le pareció oir el sonido de las llamas. Fue entonces cuando comenzó a correr, hasta que sus pies se toparon con algo. No podía creer lo que veía, la oscuridad estaba engullendo todo, el suelo, los árboles, todo quedaba sepultado bajo aquella marea negra. Quiso dar la vuelta para salvar la vida, pero era tarde, ya estaba rodeado.
Cerró los ojos, esperando a que la oscuridad le tragase, pero el momento nunca llegó. Separó los parpados despacio, encontrándose con una barrera de fuego a su alrededor, que mantenía la oscuridad a raya. Intentó avanzar hasta donde estaban las llamas, en circulo, pero no pudo: estas avanzaban con él.
Zack continuó avanzando decidido, hasta que se topo con aquel mal presentimiento.
Dentro de un mar de llamas, el dios Fénix se encontraba encadenado por luz, mientras a su alrededor se extendía la oscuridad
No daba crédito a lo que veía. Él nunca había pensado que su mal presentimiento fuese algo tan grave. Quiso correr a ayudar al dios, pero este le detuvo.
-No- dijo su imponente voz- Hace ya más tiempo del que la humanidad pueda recordar, seleccione un humano para que me ayudase si algún día se daba esta situación. Por tus venas corre la sangre de aquel mortal. Yo no puedo hacer más que quedarme aquí e intentar contener la oscuridad, si las cadenas de luz me lo permiten. Cumple la misión que te encomiendo. Reúnete con tus compañeros y restaurar el equilibrio.
Las llamas envolvieron a Zack y se cerraron con el dentro, que se protegió, instintivamente, con los brazos.

Sintió que la temperatura era normal y escuchó el sonido de las olas. Cuando apartó los brazos y miró a su alrededor se percató de que se encontraba en un barranco, en la costa. Pocos metros más adelante, se encontraba de espaldas a él una chica rubia, de pelo largo.
Miró hacia el mar, donde estaba mirando ella, y negó con la cabeza.
-No puede ser- dijo, observando aquella marea de oscuridad crecer cada vez más rápido´


[center]Parte 3: Fenris[/center]
-Llevamos viviendo aquí desde casi el principio de los tiempos, custodiando y protegiendo al dios Fenris. Vivimos al borde de este mágico tornado, esperando pacientemente a que necesite nuestra ayuda, o a que se recupere de las heridas de la era del mito. Nos protegemos mutuamente. Es el momento, los dios necesita de nuestra ayuda, y es el momento de prestarsela

Claire se había dirigido al pueblo con fuerza, como estaba acostumbrada a hacer. A la corta edad de 20 años ya se había convertido en lider de las colonias del viento. Quizo tranquilizar a su gente con sus palabras, pero ella era perfectamente consciente de que ninguno de ellos podría hacer nada. Las señales que había mandado Fenris era clara. Si las cosas seguían así se iniciaría una guerra como la de la era antigua.
Se acercó al gigantesco tornado que hacía frontera con la ciudad.
Verdaderamente era mágico. Estaba a apenas unos dos metros de él, y no sentía el aire. Lanzó una piedra contra el viento huracanado, que no salió disparada siguiendo la trayectoria del aire hasta que tocó el propio tornado.

-Sabes de sobra que lo que cuentas es mentira. No podemos hacer nada.- dijo el consejero de Claire. No tiene sentido mentirles.
Ella le dirigió una mirada de reproche. Más allá de sus azules ojos se observaba ira contra aquel hombre.
-Se de sobra lo que he dicho y porque lo he dicho.-dijo acercandose a él- También podríamos decirles que va a haber una guerra divina y que no podemos hacer nada. Esa guerra aún se puede evitar, no se como, pero es así, y no tengo intención de preocupar a mi gente antes de tiempo.
El consejero aguantó su mirada unos segundos, pero acabó por desviarla.
Claire se arrodilló frente al tornado y se apartó su pelo, castaño claro, para luego juntas las manos, en posición de rezo.
-Viento de la sabiduria, dios del viento, creador de nuestra existencia, sabemos que no podremos hacer practicamente nada por ti y tus “hermanos”, pero si hay algo, por miserable que sea, que pueda hacer, cuenta conmigo.
El consejeró chistó, calificando de inutil lo que hacía Claire.

Una puerta se abrió en el tornado. Un pequeño hueco de apenas dos metros de alto y uno de ancho se había abierto. Claire levantó la mirada, sorprendida, y se levantó, comenzando a caminar despacio hacia la entrada al “nido del lobo”.
El consejero se iba a mover tras ella, pero ésta le hizo un gesto, indicandole que permaneciera donde estaba, mientras seguía avanzando.
En cuanto entró, la “puerta” se cerró tras ella, pero apenas lo notó.

Miró a su alrededor, estupefacta. Por fuera el tornado tomaba ese color característico. Ella siempre lo había llamado el color incoloro, el color del viento.
Sin embargo, por dentro el viento era negro como a la que le hubieran quitado las estrellas.
Miró de frente, y una luz obligó a la chica a taparse los ojos con las manos. Poco a poco se fue adaptando a la intensidad luminosa, hasta que por fin pudo distinguir que era: Era una jaula como la que usaban para los pequeños pajaros que criaban, pero era una jaula enorme.
En su interior, había un enorme lobo alado tumbado en el suelo. Claire pudo ver la tristeza en sus ojos.
-Fe...¿Fenris?- preguntó con miedo.
-Así es Claire, yo soy Fenris, yo soy el viento.
-¿Qué a pasado?- preguntó acercandose a la jaula
-No la toques-advirtió Fenris casi gritando. Ella obedeció.- La luz y la oscuridad. Se ha roto el equilibrio inclinando la balanza hacia el lado de la oscuridad.
Pareció querer añadir un matiz a su explicación, pero finalmente no lo hizo.
-Yo nada puedo hacer ahora más que impedir que la oscuridad avance más allá de mi barrera de viento. Pero no podré seguir así eternamente. Claire, como guerrera de la estirpe del viento, y descendiente de mi elegido, ha llegado el momento en el que debes demostrar tu valía, reunete con los descendientes de los demás elegidos, y hacer lo que nosotros no podemos.

Claire quiso decir algo, pero su voz quedó eclipsada por el aullido de Fenris.
La joven de pelo castaño y ojos azules se vió envuelta en un pequeño tornado. Lo siguiente que vió fue el mar. Un mar cubierto de oscuridad. Miró a los lados. Tan solo vio a una chica con cara de terror a pocos metros de ella, y algo más atrás, a un chico mirando fijamente el mar. Pudo notar en ellos la energía. La energía de sus iguales, la de los elegidos por los demás dioses. Pero faltaba uno. No sentía el aura de la tierra.



[center]Parte 4:Behemot[/center]
-Vamos chicos, que es para hoy- gritó el chico de pelo y ojos castaños a sus compañeros, que estaban metros más atrás.
-Ya vamos- respondió uno
-No todos somos tan fuertes ni tenemos las mismas piernas que tú, Sabin.-argumentó el otro
-Sois unos quejicas- comentó en tono de burla hacia ellos con una pequeña sonrisa.

Uno de sus dos comenzó a hablar, pero Sabin no le prestó ninguna atención. Había oído un susurro en la lejanía, una voz profunda y grave. Solo había sido un segundo, pero un escalofrío había recorrido todo su cuerpo. Miraba en todas direcciones con detalle, rebuscando en cualquier sitio del que pudiese haber salido el susurro.
-¿Me estás escuchando?- preguntó su compañero casi a su oído. Ya le habían alcanzado.
Como respuesta, él le apartó con la mano y echó un último vistazo a la zona.
-No, no te estaba escuchando.- respondió con toda naturalidad.
Ahora estaba algo más atento a sus compañeros, pero seguía con el oído alerta, esperando volver a escuchar algo, por leve que fuera.
-Siempre haces lo mismo- dijo el otro compañero, a modo de queja.
-Siempre hago lo que considero que debo hacer.
Era verdad, Sabin era un hombre muy sincero y muy honorable. Si bien muchas veces podía parecer algo borde, o incluso despreocupado por el resto, no era así. Se dejaba guiar por su instinto y por su inteligencia, y en más de una ocasión eso había supuesto la diferencia entre la vida y la muerte.
-Claro-respondió, resignado- pero podrías pensar un poco antes. Sabemos que no lo haces con malicia, pero hay veces que esa forma de actuar resulta molesta, e incluso a veces da la sensación de que no nos quieres cerca.

La respuesta de Sabin fue coger a sus dos compañeros y darles un empujón, tirandoles colina abajo.
-Lo siento-gritó con fuerza- Volved a casa, no puedo permitir que me acompañéis esta vez.
Comenzó a correr lo más rápido que pudo. Si, esta vez lo tenía claro, ese susurro no era de un humano, ni siquiera de un animal. Lo había oído como si estuviese frente a él, pero sus compañeros no habían oído absolutamente nada.



Todo se movía, en círculos y rápidamente. El mundo giraba a su alrededor. El azul del cielo se iba apagando junto con su luz para dar paso a la oscuridad. Ya nada veían sus ojos, pero él lo sabía. Sabía que el mundo seguía moviéndose a su alrededor. Sentía el aire, y según avanzaba el aroma de la muerte era cada vez más fuerte. Su mente, al igual que todo lo que le rodeaba era un caos.
Todo se detuvo. Notaba el suelo bajo sus pies, toda sensación de caos se había ido. Ahora solo la presencia de la muerte le impedía abrir los ojos. No pensaba con claridad. Tenía miedo de abrir los ojos y estar muerto. Temía abrir los ojos y encontrar una verdad que no quería.
-El Noble y honorable, Sabin, guerrero de guerreros, ¿inundado por el miedo?
No sabía quien le hablaba. No reconocía esa voz, pero si reconoció ese escalofrío, ese poder que emanaba de aquel susurro.
-Abre los ojos, Sabin. No estás aquí para morir.
Lo hizo. Lentamente, abrió los ojos, dejando que una luz que no provenía de ningún lugar le permitiese ver lo que le rodeaba. Parecía una cueva, una magnifica formación geológica de dimensiones inimaginables.
Frente a él, una bestia de gran tamaño se encontraba atada al suelo por las patas.
Las cuerdas, de luz pura, el suelo, de la más negra oscuridad.
Temió a aquella bestia. Sintió respeto por aquella bestia. Se sintió como parte de aquella bestia. Emociones imposibles de describir recorrieron su cuerpo. Supo entonces ante quien se encontraba.
-¿Behemot?...-alcanzó a decir.
-Sabin, descendiente de la tierra. Ha llegado el momento de que cumplas el deber por el cual naciste. Te enviaré con tus compañeros, y recuerda: sois la última esperanza.


Sabin quiso decirle algo al dios, pero cuando alzó la vista, ya no tenía a Behemot delante. Tenía a tres humanos que desprendían aun aura de poder. Miró a su alrededor, confuso. Ya no estaba en la cueva, sino en un acantilado. Decidido a averiguar que pasaba, se acercó a los tres humanos, que parecían estar hablando sobre algo.
Last edited by Nube de oscuridad on 07 Dec 2012, 19:37, edited 3 times in total.
Image

Mr Manguta
Chocobo rojoazulado
Chocobo rojoazulado
Posts: 1340
Joined: 02 Sep 2011, 21:57

Re: Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Mr Manguta » 17 Nov 2012, 20:38

No esta mal sigue así, que promete la continuación.

PD: Si me permites un consejo el ser humano lleva décadas sin crear nada nuevo, normalmente importa mas el como lo cuentas que lo que cuentas, yo de ti iría mas despacio y cuidaría mas el como

User avatar
Nube de oscuridad
Panacea Definitiva
Panacea Definitiva
Posts: 2446
Joined: 12 Nov 2012, 20:52
PSN ID: mocumonu
Twitter: @miguimorais
Skype: nubedeoscuridad
Location: El país de la lluvia eterna

Re: Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Nube de oscuridad » 18 Nov 2012, 19:57

Editado con la parte 2 del capitulo 1
EDITO: con respecto a tu comentario, lo tendré en cuenta. Aunque lo más seguro es que ponga más de una cosa sin revisar
Image

User avatar
Nube de oscuridad
Panacea Definitiva
Panacea Definitiva
Posts: 2446
Joined: 12 Nov 2012, 20:52
PSN ID: mocumonu
Twitter: @miguimorais
Skype: nubedeoscuridad
Location: El país de la lluvia eterna

Re: Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Nube de oscuridad » 25 Nov 2012, 20:29

Añadida la parte 3 del capitulo 1: "Fenris".

PD: No se si podré hacer el doble post para avisar de esto, pero es que sino no aparece en la pagina que lo he editado. Si no se puede me lo decís, y no lo volveré a hacer :love:
Image

Mr Manguta
Chocobo rojoazulado
Chocobo rojoazulado
Posts: 1340
Joined: 02 Sep 2011, 21:57

Re: Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Mr Manguta » 26 Nov 2012, 05:07

Tienes una herramienta llamada "Reactivar tema" para estos casos
http://lacapitalolvidada.com/foro/viewt ... tivar+tema

User avatar
Nube de oscuridad
Panacea Definitiva
Panacea Definitiva
Posts: 2446
Joined: 12 Nov 2012, 20:52
PSN ID: mocumonu
Twitter: @miguimorais
Skype: nubedeoscuridad
Location: El país de la lluvia eterna

Re: Nacimiento de un nuevo mundo(Relato)

Post by Nube de oscuridad » 07 Dec 2012, 19:40

Pues aprovecho este post para dos cosas:

1)Para darte las gracias por la información sobre reactivar tema

2)Para decir que acabo de añadir la parte 4 del primer capitulo. Hasta aquí es todo lo mismo. Y puede que la última parte del capitulo también, depende de como me de al escribirla xD, pero a partir del capitulo 2 ya empezará a pasar algo xD
Image

Post Reply