Hace muchísimo tiempo que no escribo un tema, así que he decidido animarme a ello para que al menos se sepa que sigo por aquí aunque ya no escriba tan a menudo.
Es cierto que estoy algo oxidado en esto de escribir Threads así que os pido disculpas si vislumbráis la falta de práctica.
Voy a hablar de un tema que me ha parecido bastante interesante, y que podría servir para futuras charlas de La Capital Olvidada en las que espero con ilusión poder estar la próxima vez. Pero tenía que inspirarme y conseguir dar con algo interesante que no estuviera hablado aunque fuera una pequeña curiosidad, y anoche di con ella.
En una charla en Twitter con un compañero me vino la inspiración:
"La Tríade Marcial" y Sefirot. ¿Sefirot? os preguntaréis algunos, si, aunque parezca descabellado es algo muy gracioso que posiblemente la mayoría haya pasado por alto, algo más allá de la posible relación entre ambas cosas, ya que es algo difícil de averiguar.
[center]El despertar de la magia...
Tres dioses descendieron del cielo.
Conscientes de lo terrible de su poder,
el miedo mutuo les llevó a la guerra.
Los mortales engullidos por el conflicto
se convirtieron en espers y en esclavos
de los dioses, forzados a luchar...
...hasta el fin de los días.[/center]Como muchos ya sabréis, la
Tríade Marcial en japonés (
三闘神 [サントウシン],
santōshin, que viene a significar literalmente algo así como
"Los 3 dioses que luchan en la guerra" o "
Los 3 dioses del conflicto") remonta su origen a mas de mil años atrás en el tiempo dentro de la cronología de Final Fantasy VI.
Conocidos como los dioses de la magia, son una parte muy importante dentro de la trama del juego, pues a ellos se les debe la creación de la misma y de los Espers.
Estos dioses están representados como tres efigies diferenciadas en apariencia por género y forma.
Sus nombres en la versión en castellano son
Demonio, Belcebú y Diosa. Sin embargo esto varía en algunas versiones anteriores a la más actual de GBA, y os voy a introducir un poco en el tema.
Demonio es
Kishin en la versión japonesa, mientras que en la versión americana de SNES, PSX y GBA aparece como
Poltrgeist/Poltrgst/Demon.
Belcebú es
Majin en japonés y también conocido como
Doom tanto en SNES como PSX y
Fiend en la versión más moderna de GBA.
Diosa es
Megami en su idioma de origen mientras que en el resto de versiones en inglés es el único que no varía, quedando como
Goddess.
El por qué los he separado por nombre y edición es muy sencillo, es un lío tremendo a la hora de identificarlos, y en muchas ocasiones yo he confundido unos con otros (salvo Diosa) por culpa de la gran variedad de traducciones que tienen.
Pero no todo acaba aquí, pues si por si esa cantidad de nombres fueran pocos, también poseen nombres originales, y no me refiero a nombres con el que se les identifica a los dioses como las mismas deidades sobrenaturales que son, sino a nombres reales.
Seguramente a estas alturas de la película ya muchos sabréis que
Tetsuya Nomura debutó como diseñador de personajes principales en Final Fantasy VII, pero también había trabajado antes en otros Final Fantasy desde el IV, en el que trabajaba como debugger (depurador, para localizar bugs y analizar el perfecto funcionamiento de un producto).
En Final Fantasy VI
Tetsuya Nomura ya era director gráfico y se encargaba al igual que en Final Fantasy V, del diseño de los monstruos del juego.
Pues bien, en sus diseños de arte conceptual originales de la
Tríade Marcial, aparecen con nombres bautizados por su puño y letra , y se pueden leer perfectamente.
Por si no podéis leerlos bien, los nombres que
Tetsuya Nomura dió a los dioses de la magia fueron:
Para
Demonio, su nombre fue
Zurvan ( Es referencia al dios de la religión Persa, dios del tiempo y el espacio infinitos, y padre de Ahura Mazda y Angra Mainyu)
Para nuestra
Diosa yunalesquera, su nombre fue
Sophia ( Posible referencia a la diosa de la sabiduría según las religiones paganas contemporáneas.)
Y finalmente para
Belcebú, para sorpresa de todos fue
Sefilos. セ(フィロス ,
Sefirosu, o como nosotros bien conocemos ya,
Sefirot.
Según su etimología, procede del hebreo medieval y hace referencia al Cábala en el que explica como Dios puede manifestarse en diversos universos; físicos y metafísicos.
[center]Al advertir que un poder como el
suyo sólo engendraría destrucción,
los dioses acordaron sellarlo.
Tras gastar sus últimos estertores
devolviendo la voluntad a los
espers, decidieron petrificarse.
Estas fueron las últimas palabras
que dedicaron a sus vástagos:
"Nunca nos despertéis de este sueño"[/center].Pero han de ser despertados, sobre todo si es para un tema de semejante curiosidad, pues esto nos confirma que
el primer personaje de la saga Final Fantasy con el nombre de Sefirot, no fue Sefirot.Y así fue como un nombre, icono de la más famosa entrega de la saga, quedó sumido y petrificado en el más profundo sueño, sepultado en el olvido como una estatua hasta el día de hoy.
[center]Estas estatuas fueron creadas como
tributo a los dioses, en conmemoración
del pacto sellado con ellos.
Sus efigies servirán de advertencia a
futuras generaciones.
Así se respetará el eterno
descanso de las tres deidades que
descendieron de los firmamentos...[/center]Y ahora si, respetando el sueño infinito de la
Tríade Marcial, pueden seguir descansando en paz hasta el fin de los días.
Saludos.