ETDR-Desaparecido a medianoche [4/4] **

[Lanamark]

Una vez reanudada vuestra marcha, salís de la polvorienta habitación y os incorporáis en un vestíbulo muy diferente al que ya conocíais. La gran lámpara del techo yace ahora en el suelo, con varios de sus fragmentos desperdigados o lo largo y ancho del recibidor. Algunos bustos se han destrozado al caer contra el suelo y los pocos cuadros que quedan en las paredes ahora están torcidos y expuestos en ridículas posiciones, como si alguien los hubiera puesto así adrede. Varias columnatas se han desmoronado y ahora tapian algunas puertas. Concretamente, el portón de la entrada se encuentra sepultado entre escombros y algunos cascotes de piedra, imposibilitando salida alguna.
Conforme avanzáis entre el laberinto de estragos, identificáis los restos de la escalera por la que estuvisteis a punto de subir no hace ni una hora atrás. Veis un rellano con varias puertas a distintas habitaciones, pero solo uno de ellas permanece en buen estado debido a los daños del terremoto.

Decidís echar un vistazo en dicha habitación y para vuestra sorpresa... es bastante grande, pero lo que realmente os sorprende es que está prácticamente vacía. Divisáis cuatro grandes pilares que sostienen lo que queda de la casa. A priori, también identificáis una enorme roca mezclada entre los escombros, alguna que otra silla con patas de menos y un gran piano al fondo de la sala. Este queda iluminado parcialmente a través de la luz lunar que se filtra por una hermosa vidriera de colores con la forma de una elegante mujer grabada en ella. A los pies del majestuoso instrumento de cuerda, os parece ver algo que brilla según cómo incida la luz sobre él. Entre los destrozos, también os llama la atención una enjoyada espada que sobresale entre la mugre, como si fuera una hermosa rosa que intenta destacar sobre las malas hierbas.

Quedáis tentados por varios objetos de la buhardilla al incesante ritmo de la lluvia que os recuerda lo afortunados que sois de estar secos.

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Nota: No Neo, no recuperas hielo xD Ellos han recuperado esas habilidades porque no habían usado otras xD

[Adrià]

Adrià se adentra en la habitación y va en dirección al piano.

¿Y esta roca...?

piensa, arqueando una ceja, cuando pasa cerca de ella, antes de llegar al piano.

Al llegar al fondo de la sala, toca un par de notas al azar y se agacha para ver que era el objeto brillante.

[Lolailo]

-¿Y esto? Ahora sí que no entiendo nada.

Había demasiadas cosas sin sentido en aquella estancia, y el desorden tampoco ayudaba a entender qué estaba pasando. Talos dejó que su compañero se acercara al piano y examinase qué era aquel objeto brillante; antes de tocar nada, él prefirió observar.

Aquella gran roca estaba totalmente fuera de lugar; quizá ya se encontraba allí antes del estruendo. O tal vez había caído del cielo... En ese caso habría que asegurarse de que ningún anciano amnésico les rondaba.

Llamó su atención aquella espada tan profusamente ornada, y que el guerrero la ignorase. ¿Qué clase de guerrero dejaba pasar la oportunidad de añadir una pieza a su equipo? Ya daría cuenta de ella más tarde. Si resultaba inútil, al menos podría embolsarse unos cuantos guiles con su venta.

Pero antes, se acercó a la vidriera para observarla más de cerca: ¿Acaso la figura femenina le resultaba familiar?

[Lanamark]

Tras tocar las amarfiladas teclas del piano, este libera un par de notas que forman un fugaz sonido, muy armónico, demasiado gratificante para semejante ejercicio de párvulos. La inacaba melodía se desvanece entre las sombras del desván y el guerrero recobra la atención sobre lo que le rodea. El contraste de emociones se refleja en el rostro del espadachín y este contorsiona su expresión al advertir la fuente del brillo que tanto le atraía.

Cuando el resto de personas se incorporan en la escena, veis el cadáver de un hombre en estado de avanzada descomposición. Tiene la mirada perdida y la mandíbula desencajada. Su hábito de orquesta y su maraña de cabellos azabaches le dan un toque gótico que aviva la imagen de lo grotesco.

Una de sus manos está guarecida dentro de un bolsillo del pantalón, como si buscara cobijo en él. La otra yace inerte en el suelo con el puño cerrado, salvo el dedo índice, que apunta tiznado de sangre contra un mensaje en el suelo, tres grandes puntos suspensivos en rojo…

Nota para Talos: La mujer de la vidriera no te suena de nada. Tiene rasgos muy genéricos aunque salta a la vista que es muy guapa. No sabrías decir si sus labios esbozan una sonrisa o una mueca. En cualquier caso, la figura tiene un no sé qué muy incomodador.

[Neo Evanok]

-3 puntos suspensivos... me recuerda a la runa arcana que simboliza el hechizo Mutis... ¿tendrá algo que ver? ¿Y si es el cadáver del que escribió aquellas palabras en la otra habitación?

Seliat ve muchas cosas que no concuerdan en esa sala. No hace frío, no entra agua de la tormenta exterior, por ende el techo estaba en buenas condiciones... entonces... ¿de donde salía esa roca?

La espada es posible que perteneciera al cadáver, pero de ser así ¿porque yacía el muerto alejado de ella? ¿Algo le hizo abandonar su arma para proteger otra cosa? Esa mano en el bolsillo...

-Tengo un mal presentimiento. Esta habitación no me inspira confianza. Terminemos pronto, voy a registrar el cadáver

Así pues el mago negro se agachó a la altura del muerto y registro sus bolsillos.

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Notas de Neo: Como se da a entender me decido a registrar el cadáver y sus bolsillos misteriosos

-Neo Evanok-

[Adrià]

Adrià desenfunda su espada.
No tenía porque ocurrir nada, pero no hacía mucho que acababa de ver un cofre transformado en monstruo y ya se esperaba que ocurriera cualquier cosa.

Cuidado Seliat...

piensa preocupado.

[Lanamark]

En lo más profundo del bolsillo del muerto, Seliat sustrae un trozo de papel arrugado. El mago negro despliega la nota impaciente y empieza a leer las palabras escritas en tan refinada caligrafía. Sin embargo, un rayo interrumpe su lectura al deslumbrar a Seliat y este adapta sus ojos al destello del relámpago. Finalmente, Seliat desiste con su lectura cuando un trueno perturba el silencio de la sala. De repente se oyen unas vibraciones que retumban por todo el desván y la materia inanimada cerca de la enorme roca empieza a moverse. Primero veis cómo parte de los escombros se remueven, después, la brillante espada se agita alrededor de estos y por último, la propia roca empieza a cobrar vida.

Otro relámpago ilumina la estancia y os deja ver con mayor claridad el manifiesto de la bestia.

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Y con un rugido que resuena hasta vuestros tímpanos, el monstruo os desafía con su encendida mirada.

[Lolailo]

Maldita sea... Conozco a ese bicho. Viene de Ivalice, ¿cómo demonios ha llegado aquí?

-¡Quietos! Es una capadura, los ataques físicos no van a hacerle nada.

Por un instante, Talos dudó sobre lo que debía hacer, pero decidió arriesgarse: Aquella espada bien podía valer la pena. El ladrón se adelantó a sus compañeros y se dirigió al mago negro.

-¡Seliat! Voy a saltar sobre él, ¡ataca cuando me retire! ¡Cualquier hechizo tuyo servirá!

Talos se abalanzó sobre la bestia, dispuesto a robar su botín.

[Adrià]

¡Mierda... mira que sabía que algo iba a pasar!

¡Mis ataques no podrán hacerle nada, pues... Intentaré defenderos si es necesario!

Adrià levanta el escudo con firmeza y se coloca dispuesto a saltar entre la bestia y alguno de sus compañeros, si la bestia fuera a atacarles.

[Golbez]

Dianran se pone detrás de Adrià, atento a los movimientos del monstruo y de los camaradas.

-¡Tal vez la bestia caiga si se le extirpa la espada! ¡Talos, ten cuidado!