Según he descubierto hoy, existe un premio, conocido como el IG Nobel que se dan a las investigaciones científicas, reales y serias más absurdas del mundo. De hecho se les llama los Nobel de la "investigación improbable" Es una ceremonia que se mueve entre la ciencia y la comedia ya que se hace autocrítica de estudios serios que acaban siendo absurdos.
Un claro ejemplo de ello fue el ganador en 2009 "Cómo mojar una galleta en leche de forma óptima". Evidentemente, es un estudio que puede ser real, pero que es la mayor chorrada del mundo y, por tanto, se lleva este premio. Curiosamente el jurado de este premio está normalmente compuesto por múltiples ganadores del premio Nobel "serio".
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Robert Kirshner (profesor de ciencias de la Universidad de Harvard), junto con los premios Nobel Dudley Herschbach y Rich Roberts (de izquierda a derecha) lanzan aviones de papel durante la entrega de los premios IgNobel[/center]
Incluso existe el caso de André Geim que en el año 2000 ganó el IG Nobel por su estudio sobre levitar ranas muertas con un campo magnético y años después ganó el Nobel real por descubrir el grafeno, convirtiéndose así en el único científico del mundo que ha ganado ambos galardones.
Os dejo con los premios de este año para que os echéis unas risas:
Psicología: Anita Eerlan y Rolf Zwaan (Holanda), junto con Tulio Guadalupe (Perú Rusia y Holanda) por su estudio sobre cómo la torre Eiffel parece más pequeña si se mira inclinándose uno a la izquierda.
Paz: A la compañía SKN (Rusia) por convertir vieja munición rusa en nuevos diamantes.
Acústica: A Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada (Japón) por la creación de una máquina que desvirtúa el habla de las personas haciendo que oigan sus propias palabras con un ligero retraso.
Neurociencias: Craig Bennet, Abigail Baird, Michael Miller y George Wolford (Estados Unidos) por demostrar que los investigadores del cerebro, utilizando instrumentos complicados y estadísticas simples pueden ver actividades cerebrales coherentes en cualquier sitio, incluso en un salmón muerto.
Química: A Johan Pettersson (Suecia y Ruanda) por solucionar el rompecabezas de por qué, en ciertas casas en la ciudad de Anderslöv (Suecia), el pelo de la gente se vuelve verde.
Literatura: A la Oficina General de Contabilidad del Gobierno de EE UU por sacar un informe acerca de los informes acerca de informes que recomiendan la preparación de un informe acerca el informe sobre informes acerca de informes.
Física: A Joseph Keller (EE UU), Raymond Goldstein (EE UU y Reino Unido) , Patrick Warren y Robin Ball (ambos del Reino Unido) por calcular el equilibrio de fuerzas que conforman y mueven el pelo en la cola de caballo del peinado de las personas.
Dinámica de fluidos: A Rouslan Krechetnikov (EE UU, Rusia y Canadá) y Hans Mayer (Estados Unidos) por estudiar la dinámica de agitación de un líquido para averiguar qué sucede cuando una persona camina llevando en la mano una taza de café.
Anatomía: A Frans de Waal (Holanda y EE UU) y Jennifer Pokorny (EE UU) por descubrir que los chimpancés pueden identificar a otros chimpancés, individualmente, por las fotografías de sus traseros.
Medicina: A Emmanuel Ben-Soussan y Michel Antonietti (Francia) por asesorar a médicos que realizan colonoscopias cómo minimizar el riesgo de que sus pacientes exploten.
Y repasando premios pasados, mi favorito es del 2011:
Matemáticas: Dorothy Martin, de Estados Unidos (quien predijo que el mundo se acabaría en 1954), Pat Robertson, también estadounidense (quien predijo que acabaría en 1982), Elizabeth Clare Prophet, del mismo país, (quien estableció la misma predicción para 1990), Lee Jang Rim de Corea (prediciendo el fin del mundo en 1992), Credonia Mwerinde de Uganda (para 1999), y Harold Camping, estadounidense (quien dijo que el mundo se acabaría el 6 septiembre de 1994 y posteriormente lo postpuso 21 de octubre de 2011), por mostrar al mundo a tener cuidado cuando se efectúan cálculos matemáticos.