Justo acabo de secarme las lágrimas tras ver el final, y por supuesto de quedarme con ganas de más.
La historia perfecta, conmovedora y muy versada en la fantasía heroica. Esa primera batalla entre la llama del Fenix contra la de Ifrit recuerda tanto a la llama de Anon que invoca Gandalf que bien podria ser Lamu quien se enfrentara al Balrog. Y es solo la primera de notables referencias a otras franquicias literarias y videojueguiles que han engrandecido el género de la capa y la espada.
La trama libertaria, por ejemplo, puede encontrarse en El archivo de las tormentas de Sanderson, y también en Assasin's creed de Ubisoft, pero solo la grandeza en la factura de Final Fantasy XVI ha logrado verter el carisma de una novela en la pantalla de un videojuego. La trama es intrincada y se nota la vital importancia de los Eikon en la pugna por el poder. Las traiciones y sensaciones de perdida que profieren ciertos personajes se espejan con Canción de hielo y fuego, de George RR Martin, o con las de Andrej Sapkowski, y es que el estilo de combate podría bien situarse entre The Witcher y God of War. Aunque de eso hablaré más adelante.
Si la banda sonora del XIV título ya le aguantaba la mirada a Howard Shore, en este título su épica te secuestra el hálito. La ambientación de los biomas, el detalle de los modelados parece puro cine. El desarrollo de los personajes se centra con fuerza en los protagonistas dándoles premisas potentes, y en los villanos, contextualizando sus caracteres y expandiendo el mundo a través de ellos. Igual es a partir del 2o punto de giro donde la trama flaquea un poco más para confiar en que las mecánicas enganchen al jugador hasta la escena final
Pero habiendo jugado casi todos los títulos de la saga, creo que XVI marca una dicotomía curiosa. Por una parte, el argumento, los motivos musicales, las tramas de superación y de retar al destino riman con la esencia de un Final Fantasy, pero, por otra parte, la jugabilidad en el combate, los enemigos que faltan, la simplicidad del árbol de habilidades, o la falta de estados alterados podrían jugar en contra. Se siente como que estos aspectos no han avanzado con el mismo ímpetu que en el guion para este título. Es como si tuvieran la mirada más puesta en atraer jugadores de otras franquicias que en innovar en mecánicas propias como hizo Square en los tiempos de la PS1, ojalá perseveren en ese sello que los caracteriza.
He disfrutado mucho los mapas conceptuales de los personajes y de la geopolítica, así como completar el atlas de curiosidades de Valistea que te ofrece Hapocrates, pero me han faltado los mapas de las mazmorras y algún que otro puzzle que desbloqueara armas, armaduras, magias... y a Tomberi y Cactilio!!
En general lo he disfrutado mucho, pero no pondría a Final Fantasy XVI dentro de mi top 3, aunque igual si de mi top 5. Lo mejor la relación entre Clive y Cid. Lo peor la linealidad de las mazmorras.
Ya me comentaréis
